Los típicas conversaciones de ascensor veraniegas siempre tienen un denominador común: el calor. Pero, aunque puedan parecer intrascendentes, lo cierto es que cada verano hace el mismo calor, pero la sensación que tenemos los humanos es que hace más que nunca. Si bien es cierto que a todos nos encanta el verano, sobre todo porque lo relacionamos inexorablemente con las vacaciones, cuando nos enfrentamos a las cada vez más frecuentes olas de calor, el verano nos resulta un poco menos atractivo, sobre todo si no tenemos la suerte de poder combatirlas en la playa y tenemos que hacerlo en la oficina o en casa. Generalmente las oficinas suelen tener aire acondicionado, pero muchos de nosotros no tenemos ese milagroso aparato en casa. Por ello, cuando las temperaturas no bajan de los 30 grados durante el día y las noches no dan tregua, pensamos: «El año que viene me pongo aire acondicionado». Hoy en ShMadrid os hablamos de instalar aire acondicionado en tu domicilio.
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Aire acondicionado: caro, poco ecológico, pero necesario en algunos casos
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El aire acondicionado es un electrodoméstico controvertido, se habla mucho de su coste, que se refleja en la factura de la luz y en el coste medioambiental que supone, emitiendo más CO2 y contribuyendo al cambio climático. Si bien todo ello es cierto, también es importante tener en cuenta que los más pequeños y los más ancianos son los que peor soportan las elevadas temperaturas. El exceso de calor no es beneficioso para la salud y puede provocar alteraciones como bajada de la tensión arterial, calambres, agotamiento, deshidratación y, en casos extremos, golpes de calor que pueden llevar a la muerte. Los niños pequeños y los ancianos son los que más problemas tienen para regular su temperatura corporal y los más frágiles frente a las temperaturas altas, cada vez más frecuentes en nuestras latitudes. Otro problema que proporciona el calor cuando las noches superan los 24 grados, es la dificultad para conciliar el sueño, lo que puede derivar en otros problemas de salud secundarios si se mantiene en el tiempo.
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La decisión de instalar el aire acondicionado la determinarán varios factores: problemas para tolerar el calor (como personas con obesidad, la edad, personas que sudan en exceso, individuos con ciertas afecciones o enfermedades), la orientación del inmueble, los pisos más altos (en los áticos el verano puede ser infernal ya que toda la casa se recalienta), entre otros motivos. Si finalmente te has decido a instalar aire acondicionado en tu casa, te damos algunos consejos al respecto: procura aprovechar las ofertas que ciertos instaladores realizan en otras épocas del año, la instalación en verano puede ser más costosa. Mantén el aire acondicionado en las temperaturas recomendadas, es decir, no superes nunca los 12 grados de diferencia con la temperatura exterior y mantén el termostato a unos 24 o 25 grados. Poco a poco la sala se irá refrescando y la temperatura será agradable. Es recomendable que el aire no dé directamente, sino que los splits se coloquen de manera estratégica para que enfríen las estancias de forma indirecta. Controla los filtros en los tiempos recomendados por el fabricante para evitar que proliferen bacterias y hongos nocivos para la salud.
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